lunes, 1 de junio de 2009

Flamenco La Película

Tiene el privilegio de ser seleccionada para participar en la película Flamenco 1994) de Carlos Saura, dentro del cuerpo de baile que acompaña a Merce Esmeralda ensu Guajira, al cante: Pepe de Lucía.(6)

Tienes la fortuna de ser la única bailaora “extranjera” en haber participado en “Flamenco” de Carlos Saura: “Con Flamenco nos enfrentamos ante un proyecto que pretendía ser testimonio de los mejores artistas del género, de la ortodoxia y de la heterodoxia, de todas sus numerosas posibilidades...Nuestro principal material de trabajo eran los artistas, así que su selección debía ser rigurosa.(7) ¿Qué significó en tu carrera profesional este privilegio?, ¿A que se lo atribuyes?¿Qué diferencia encuentras entre la intimidad del tablao, el espectáculo para el escenario y la puesta en escena para la cámara?.

Participar en esa película me ha aportado mucho. En el ámbito profesional me ha dado currículo y la experiencia en si de participar en un trabajo coreográfico y musical de la más alta calidad de España. Así como también aprender de puesta en escena, iluminación, sonido para una película, maquillaje, vestuario, etc.

Pero debo admitir que lo que más me impresiono y de lo que más aprendí fue de la humildad y la sabiduría de personas de la talla de Vittorio Storaro (ganador de Oscar por fotografía e iluminación) y de Carlos Saura. No subieron nunca el tono de voz para dar una indicación, no perdieron su foco, no perdían energía y siempre reinaba la gentileza. Esto es lo que más recuerdo.

Creo que el haberme ganado ese puesto fue un premio a la disciplina, a la constancia, a la fuerza y la pasión.

En el tablao lo que prevalece es el sentimiento principalmente.

Cuando lo pasas al escenario, ya te conviertes en un vendedor de estética, en un diseñador, un pintor en el aire. Te redimensionas y piensas en grande, te ocupas de que al espectador le lleguen líneas hechas con tus brazos, tus pies o una coreografía; pero por supuesto siempre partiendo del sentir.

En presencia de la cámara el ojo del que ve es parte del arte final. Para el bailaor puede ser un poco frío, distante, por la repetición de las escenas o por estar bailando dentro de un set.

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